No te tomes nada personalmente. Se reconoce este acuerdo como el que más cambia la vida.
Toda nuestra vida puede cambiar si aceptamos que las acciones y opiniones de otras personas no tienen nada que ver con nosotros.
Todo lo bueno o malo que dicen de ti es percepción de los otros, eso no eres tú.
Cada uno vive su propia realidad y tiene sus propias experiencias. El que alguien te diga que eres una persona terrible, no te hace terrible. Del mismo modo, si alguien te dice, que eres una maravilla tampoco te hace maravilloso.
Si las palabras o acciones nos afectan emocionalmente, ello significa que han tocado una herida en nuestro interior, preguntémonos ¿qué es aquello que aún no hemos solucionado o tal vez perdonado en nuestro yo profundo? ¿por qué me está afectando lo que escucho decir a los otros acerca de mí?
Debiéramos concentrarnos en curar nuestras heridas y no tomar muy en serio cada comentario. No hagas suposiciones. Suponemos porque tenemos temor de hacer preguntas. Con frecuencia los supuestos que asumimos cambian el curso de nuestras vidas.
Quizás asumimos que sabemos lo que otra persona, como nuestro cónyuge por ejemplo, piensa, cree, o desea. Debiéramos preguntar, debiéramos expresar lo que deseamos y debiéramos comunicarlo claramente; de lo contrario, colmaremos nuestras vidas de malos entendidos, resentimiento y oportunidades perdidas.
Haz siempre lo máximo que puedas. Lo mejor de nosotros cambia a cada instante. En ocasiones estamos enfermos o cansados; aún así podemos dar lo mejor que tenemos. Si hacemos todo de la mejor manera posible y aceptamos el resultado, nunca será necesario compararnos contra otra persona y nunca nos juzgaremos con severidad si fracasamos. Y tomaremos los comentarios sin afectarnos.
En cada iniciativa que tomes, alienta a todos a hacer lo mejor. Hago lo que me gusta hacer y también lo que no me gusta de la mejor manera. Debemos decirnos: Tengo fe en todo lo que hago porque tengo fe en mí mismo.
La vida está llena de opciones. Para tomar decisiones, la persona debe confiar en sí misma. No importa la edad, siempre se puede vivir una vida distinta y plena.
Uno puede recibir inspiración hasta en el último minuto de la existencia.
¡Vive, crece, y sé feliz!
Fuente: tuluzinterior
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